miércoles, 29 de junio de 2016

Economia: El Brexit y el dilema de Europa

El mundo vive momentos de convulsión estos últimos días, en realidad, si hacemos un recuento de los hechos que han puesto de cabeza al mundo este año, tranquilamente haríamos una enciclopedia de varios volúmenes bien explicados y detallados.
Los últimos de días Europa ha sido blanco de todo tipo de noticias, desde el Brexit hasta el atentado de ayer en Turquia, hacen pensar que Europa solo esta para sobrevivir penurias y congojas.
Sin embargo, ver la actitud de varios líderes europeos en pro de la unidad y tranquilidad de sus pueblos es admirable.
En esta oportunidad veremos algunas cosas importantes que marcarían el destino de la Eurozona, sobre todo después del Brexit.

Amistad y Conflicto
Será la primera cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE tras la victoria del brexit en el referéndum del 23 de junio. Y los dirigentes europeos afrontan la reunión, que comienza este martes por la tarde en Bruselas, divididos sobre la actitud que deben adoptar ahora hacia Reino Unido. Los más duros son la Comisión y la Eurocámara. El presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, sostiene que el brexit no será un “divorcio amigable” y pide una “postura firme” frente a los británicos. La canciller alemana, Angela Merkel, responde que no hay necesidad de que la separación sea “desagradable”.
En lo único en lo que están de acuerdo los líderes europeos es en que la negociación no comenzará hasta que Londres active la cláusula de divorcio, el artículo 50 del Tratado de Lisboa, y que por tanto empiece a correr el plazo de dos años para la separación. No habrá contactos informales previos sobre el brexit, como reclaman los políticos británicos, que alarguen indefinidamente el proceso. Así lo han anunciado la propia Merkel; el presidente francés François Hollande; y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, tras un encuentro previo a la cumbre celebrado este lunes en Berlín. A diferencia de Merkel, Hollande y Renzi abogan por la línea dura con Londres y un divorcio rápido.
La salida de Reino Unido de la UE ha eclipsado por completo al resto de temas en la agenda del Consejo Europeo, de los que apenas se habla estos días en Bruselas: la crisis migratoria, la situación económica o las prioridades de política exterior. Toda la atención se centra en la cena de los líderes europeos con David Cameron, que tendrá lugar este martes por la noche. El primer ministro británico tiene previsto explicar a sus colegas el resultado del referéndum y sus consecuencias en la política británica.
Nadie espera que Cameron pida ya el divorcio. La mayoría de los dirigentes británicos, incluido el líder de la campaña del brexit y uno de los candidatos a primer ministro, Boris Johnson, han dejado claro que no tienen prisa. “El artículo 50 no se activará hasta que se haya realizado una cantidad considerable de trabajo preparatorio informal, aquí y en discusión con nuestros socios europeos”, ha escrito en el Financial Times el portavoz del Partido Conservador en la Cámara de los Comunes y partidario del brexit, Chris Grayling.


Peligro de virulencia
Estas maniobras dilatorias de las autoridades británicas son las que han provocado las primeras fisuras entre los dirigentes europeos. En una reunión extraordinaria de la Comisión este lunes, su presidente, Jean-Claude Juncker, ha reclamado que la UE adopte una “postura firme” frente a Reino Unido, según han explicado a EL ESPAÑOL fuentes europeas. El proceso de divorcio debe
También la Eurocámara exige a Cameron que acelere el brexit. El primer ministro británico debe activar “inmediatamente” la cláusula de divorcio con el fin de “prevenir una incertidumbre perjudicial para todo el mundo y proteger la integridad de la Unión”. Ese es el principal mensaje de la resolución sobre el referéndum británico que aprobará el pleno urgente de este martes y que ya ha sido acordada por los principales grupos políticos: conservadores, socialistas, liberales y verdes.
En una posición más conciliadora con Reino Unido se han situado la canciller Merkel, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y también los países del Este. Tusk entiende que Londres retrase la petición de divorcio por la “importante crisis” política que ha provocado el referéndum. Merkel ha dicho este fin de semana que no presionará para una salida inmediata. “No hay motivos para ser particularmente desagradables”, sostiene. “Podemos esperar al próximo primer ministro”, afirma el embajador de un país del Este, que se identifica con la línea de la canciller. Teniendo en cuenta los estrechos lazos económicos, castigar a Londres acabará perjudicando a todos, alegan.
No obstante, entre los países del Este no ha sentado nada bien la reunión sobre el brexit de los seis fundadores de la UE –Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo- celebrada el sábado en Berlín. El encuentro tampoco ha gustado a los nórdicos. “La reunión de los ministros de Exteriores de los seis Estados fundadores envía el mensaje equivocado. No hay que mirar al pasado, hay que mirar al futuro de la UE de 27”, ha escrito el ex primer ministro finlandés, Alexander Stubb, en su cuenta de Twitter.


Estados Unidos asume arbitraje
Esto es algo que muchos veian venir, la intervención de Estados Unidos parece ser clave para esa transición.
El riesgo de un divorcio conflictivo entre Bruselas y Londres, que agrave todavía más las turbulencias financieras provocadas por el referéndum, preocupa especialmente a Estados Unidos. El secretario de Estado, John Kerry, ha realizado este lunes una visita relámpago improvisada a Europa para pedir a los dirigentes comunitarios que sean razonables y ofrecerse como árbitro si es necesario. “Es absolutamente esencial que, durante este periodo de transición, todos nos centremos en evitar que nadie pierda la cabeza, que nadie actúe sin pensar, que nadie desarrolle actitudes de venganza”, ha reclamado Kerry.
Pero incluso los países que más simpatizan con Reino Unido admiten que la UE debe ser estricta durante las negociaciones de separación. “No se puede ser excesivamente comprensivo, porque si no das alas a cualquier otro Estado miembro para que haga lo mismo. Hay que mostrarse riguroso, serio y exigente”, sostiene un embajador de un país grande.
El Consejo Europeo servirá también para escenificar por primera vez cómo será la UE sin Reino Unido. Cameron tiene previsto regresar a Londres tras la cena de este martes, mientras que el resto de jefes de Estado y de Gobierno se quedarán en Bruselas para celebrar el miércoles su primera reunión a 27. Además de discutir sobre cómo se hará el brexit, los líderes europeos pretenden mostrar que la Unión Europea sigue adelante y frenar posibles nuevas salidas.

En busca de una visión
Pero los países miembros tampoco están de acuerdo en cómo debe ser el futuro de la Unión. “No hay una visión común”, admite un embajador. Los países del este reclaman por ejemplo recuperar algunas políticas cedidas a Bruselas y culpan a Juncker del brexit por su gestión de la crisis migratoria y la imposición de cuotas obligatorias de refugiados a los Estados miembros. El ministro de Exteriores checo, Lubomir Zaoralek, ha pedido su dimisión. “No es el hombre adecuado para el trabajo”, ha dicho en la televisión de su país.
Lo que sí está claro es que el referéndum británico ha frenado, al menos de momento, el proceso de integración europea. El mantra “más Europa”, con el que los dirigentes de la UE respondían en el pasado a cualquier crisis, ha sido sustituido por “mejor Europa”. Bruselas, sostienen la mayoría de líderes, debe centrarse en las políticas en las que aporta valor añadido y abandonar los asuntos que gestionan mejor las autoridades nacionales.
Para Merkel, Hollande y Renzi, las prioridades de la nueva Europa deben ser la seguridad, el control de las fronteras, la lucha contra el terrorismo y las políticas para impulsar el crecimiento y el empleo. Pero tampoco sobre estas cuestiones hay consenso.



martes, 28 de junio de 2016

Tecnología: Google amenaza a Apple

Podemos decir que somos una generación afortunada, hemos visto la tecnología formar parte intrínseca de nuestra vida, adoptamos un Smartphone como parte integral de nuestro día a día.
Pero también podemos decir que hemos sido testigos de la aparición de empresas con envergadura y talla mundial, Apple, Google, etc.
Estos 2 últimos han sido los que mas han beneficiado al mercado y al consumidor final.
La guerra entre la poderosa Apple y la increíble Google ha sido quizás el mayor ejemplo de lo que decimos.
Y tal parece que Google tiene un as bajo la manga, algo que muchos de los Androidlovers sueña y respiran.
Hablamos del Smartphone fabricado por Google mismo.

La iniciativa
Google se ha convertido en una empresa que domina la práctica totalidad del sector de la nuevas tecnologías, la empresa propietaria del buscador más usado en Internet también domina el sector de la telefonía móvil, en el aspecto de los sistemas operativos usados por los smartphones, ya que su sistema Android está presente en tres de cada cuatro terminales móviles inteligentes. Sin embargo existe cierta fragmentación en el segmento que domina Google a través de Android, ya que algunos fabricantes ejecutan el software con variaciones para adaptarlo a las características de sus teléfonos inteligentes, y este factor afecta a la coherencia del sistema operativo, que tiene que actualizarse específicamente para las versiones modificadas.
Otra circunstancia que ha pesado en la decisión de Google es la posibilidad de poder competir abiertamente con Apple por el mercado de smartphones de alta gama, segmento que si domina con claridad hasta ahora el producto estrella de Apple, el IPhone, al que no han logrado hacerle sombra hasta ahora terminales diseñados para ello y que usan el sistema Android, la empresa creada por el recordado Steve Jobs es poseedora de una imagen de marca que atrae a un público de gran poder adquisitivo y que busca un teléfono inteligente con unas prestaciones y personalidad propias que lo diferencien del resto.
La decisión de traer de vuelta a Rick Osterloh tiene mucho sentido para Google si la compañía quiere lanzarse a crear sus propios teléfonos y, de paso, puede servir para manejar adecuadamente el Proyecto Ara de móviles modulares. No en vano, este proyecto se gestó en Motorola y Rick Osterloh ha dirigido además el desarrollo de los nuevos Moto Z de Lenovo y sus módulos MotoMods.
Además, el propio CEO de Google, Sundar Pichai, ha admitido que la compañía está invirtiendo mayores esfuerzos en sus smartphones, y aunque no ha dicho si eso significa crear sus propios terminales, se ha sido entendido que el programa Nexus se le ha quedado corto. Sin embargo, no se entiende muy bien que Google necesite crear su propio hardware para dar una idea de la innovación que puede crear cuando los Nexus ya cumplen esa función. De hecho, se ha visto recientemente cómo Google puede apoyarse en cualquier fabricante para lanzar novedades atrevidas como los móviles Tango con su especial doble cámara 3D que acaban de ser anunciados por Lenovo.

Experiencia, poca pero suficiente
Hace años que Google tiene su programa Nexus de smartphones y tabletas, que no fabrica ella misma, pero cuyo diseño y prestaciones sí están definidos en buena medida por la compañía. Además, los Nexus llevan el sistema más puro de Google sin modificaciones del fabricante o las operadoras y sirven de plataforma para los desarrolladores, ya que son los primeros en ser compatibles con las versiones previas del sistema o de tecnologías que Google está desarrollando. Pues bien, parece que a Google no le basta con el programa Nexus y quiere ir más allá, y a finales de año o primeros de 2017 veremos los primeros smartphones totalmente de Google. Para esta tarea es para la que ha sido contratado Rick Osterloh, ex CEO de Motorola, que dirige la unidad de negocio de hardware (en sustitución de Tony Fadell, ex ejecutivo de Apple que no ha tenido mucho éxito en Google) y que se cree será el encargado de dar vida a estos nuevos smartphones “made in Google” (aunque se entiende evidentemente que la fabricación se hará en China).
La gama de dispositivos Nexus ha demostrado tener una legión de seguidores detrás que se han visto sometidos a los vaivenes de las decisiones de diseño de Google en los últimos años. No hay una línea definida en formato ni en prestaciones, con tamaños y especificaciones que han ido variando sin una línea clara de dónde quería llegar Google con estos terminales.
Aquí la dependencia de sus partners en el diseño y fabricación de los terminales ha sido evidente. Empresas como LG, Motorola o Huawei han propuesto diversas alternativas para las distintas generaciones de los Nexus, pero lo han hecho siempre desde su perspectiva y no necesariamente desde la de Google, que parecía exigir únicamente una cosa: que su Android puro fuese lo más fluido posible.
Eso ha impedido que Google pudiese mostrar de forma adecuada las capacidades que podía plantear Android de cara al futuro, y esa dependencia de los fabricantes probablemente ha frenado su capacidad de innovación. Las cosas podrían cambiar pronto, porque en The Information hemos visto cómo aparecían dos filtraciones muy relevantes sobre el futuro del hardware en Google.
Puede que la empresa plantee esa posibilidad como una novedad en su estrategia, pero hace tiempo que Google es un fabricante de hardware. Lo lleva demostrando desde hace años por ejemplo con dispositivos tan llamativos y peculiares como los Chromebook Pixel que lanzó en febrero de 2013 y marzo de 2015.

A fabricar su propio Smartphone
Es lo que al menos afirmaba Walt Mossberg en una reciente columna en The Verge en la que explicaba las razones por las que según él Google debería comenzar a fabricar sus propios terminales.
Eso le permitiría entre otras cosas dejar de depender de pactos y colaboraciones con sus tradicionales socios en el terreno de la movilidad y seguir su propio camino en muchos apartados. Los argumentos eran cinco:

Software y hardware de la mano: controlar ambos apartados permite acelerar la innovación y aprovechar todos los recursos al máximo. Es el camino que Apple tomó desde el principio, y el que Microsoft ha comenzado a aprovechar también en sus últimos Lumia con Windows 10.
Fusión de Chrome OS y Android: esa fusión haría que la fabricación de sus dispositivos tuviese aún más sentido ya que podría aprovechar esa nueva plataforma hardware tanto en esos hipotéticos smartphones "convergentes" como en equipos portátiles -lo comentábamos con el Pixel C- e incluso equipos de sobremesa.
Asegurar el futuro de la plataforma: Mossberg hablaba de cómo Samsung es la única que tenía una cuota de mercado significativa para enfrentarse a Apple, pero que aun así sus últimos resultados son algo preocupantes. Google podría garantizar el futuro de estos terminales con una estrategia como esta gracias a sus enormes recursos tanto en capital humano como económico.
Los forks de Android como amenaza: la concepción de Android ha hecho que diversos fabricantes planteen forks que amenazan la propuesta de Google y el uso de sus servicios. Google podría competir con esas propuestas sobre todo en mercados emergentes con terminales de bajo coste fabricados de forma masiva y que ofrecieran unas prestaciones teóricamente difíciles de igualar por esa simbiosis del hardware y el software.
Investigaciones en la UE: según este último argumento las demandas por la inclusión de sus propias aplicaciones y servicios -que podrían ser declaradas como práctica monopolística en la Unión Europea- podrían causar un desastre para Google, que fabricando su propio hardware evitaría este tipo de problemas.


Un problema
El principal inconveniente de esta estrategia es el hecho de que esos terminales fabricados por Google probablemente serían vistos como una declaración de guerra por parte de los fabricantes que ahora apoyan a Google y que utilizan Android como plataforma móvil para sus smartphones.
Las suspicacias ya aparecieron cuando Google compró Motorola -aunque la relación entre ambas empresas fue curiosamente más tensa que otra cosa en esa época- y se recrudecerían de forma notable de seguir Google esos pasos.
De hecho eso podría hacer que precisamente los fabricantes comenzaran a apostar por otras alternativas que podrían dañar la cuenta de resultados de Google. Samsung podría apostar por Tizen de forma más clara, otros podrían hacerlo por Cyanogen, e incluso puede que algunos fabricantes acabaran dándole una oportunidad a Microsoft y a Windows 10 a pesar de que esta empresa también fabrica sus propios terminales y por tanto es teóricamente competidora de otros dispositivos con esa plataforma.
Esa decisión también influiría en el software y en el apoyo que los desarrolladores han ofrecido hasta ahora a la plataforma Android: puede que esos dispositivos hicieran que los desarrolladores también abandonaran una plataforma demasiado controlada por Google. Pero claro, quizás también podría ocurrir lo contrario: que ese control hiciera que como ocurre en Apple hubiera ventajas claras para desarrolladores a la hora de sacar aún más partido de esos terminales. No es probable que otras empresas -Samsung, Cyanogen- pudieran ofrecer ese grado de soporte y apoyo a los desarrolladores.


Aun hay mucho pan para rebanar, pero todo parece indicar que el beneficiado seriamos nosotros los usuarios finale.

Veremos que nos depara el futuro.

domingo, 26 de junio de 2016

Tecnologia: Android y una nueva amenaza

Usas Android? Seguro que si, quien no lo usa o al menos quien no se vio tentado a usarlo, hasta los mas iphonelovers en algún momento de su vida vieron la remota posibilidad de probar el sistema operativo del muñeco verde.
Sin embargo, se escucha entre bastidores un rumor bastante siniestro para el sistema operativo mas usado del mundo en la actualidad.

Más de 10 años de cambios
La idea de Android se creo bajo el nombre de una compañía. Ésta se llamaba Android Inc y sus socios eran Andy Rubin, Rich Miner, Nick Sears y Chris White. Corría el año 2003 cuando en la localidad de Palo Alto, California, los jóvenes se decidieron a poner en marcha lo que tenían en mente desde algún tiempo. No sabían a dónde llegarían -de hecho ninguno podría imaginar que años más tarde Google se fijaría en ellos-, pero tenían claro que lo que querían era desarrollar un sistema operativo abierto, basado en Linux, que fuese capaz de generar una experiencia de usuario innovadora al tiempo que libre.
Aquí se sentaron las base de lo que a día de hoy tenemos todos en nuestros teléfonos móviles, aunque por aquel entonces solo tenían claro que sería un sistema operativo libre., algo que curiosamente a día de hoy es solo a medias, ya que parte de Android es de Google, que tiene el control sobre él. La otra, aparte, la que se basa en licencias operativas libres, es la que es abierta. Aunque de este tema ya te habíamos hablado antes en nuestro artículo sobre lo libre que es Android.

Android y la amenaza .. no tan fantasma
Como dije anteriormente, hay rumores entre bastidores, que por cierto ya no son tanto rumores, los fabricantes mas importantes del mundo han salido a dar declaraciones bastante indigeribles para los androidfans.
Todo parece indicar que estamos adportas de una desbandada (de OEMs) de proporciones épicas, en lo que a Android se refiere.
Los problemas que aquejan a la plataforma, entre los que destacan la inmensa fragmentación, los continuos problemas de seguridad, el desesperante y lento proceso de actualización de versiones, la falta de acceso por parte de los fabricantes a funcionalidades claves del software y el hecho de que sólo 1 de los más de 1025 fabricantes haga plata con la venta de sus dispositivos Android ha llevado a que varios de ellos hayan comenzado a trabajar en opciones diferentes a la propuesta por Google. Opciones que los expertos esperen se materialicen a más tardar el próximo año.
Samsung, quien representa cerca del 30% de las ventas de dispositivos Android en el mundo, ya mostró sus cartas al punto que  su sistema operativo Tizen ya está presente en wearables, televisores y hasta dispositivos móviles (sabían que es el S.O. #4, por encima de Blackberry?). Lo que viene será un mayor empuje de equipos basados en Tizen comenzando a reemplazar a Android como su sistema operativo predilecto.
Esta semana se ha conocido que Huawei, el OEM #2 de Android a nivel mundial (y uno de los de mayor crecimiento), ha comenzado también a buscar opciones – por ahora como un plan de “contingencia” – y ha comenzado a desarrollar su propio sistema operativo desde Escandinavia por un equipo liderado por antiguos trabajadores de Nokia. La idea es liberarse de las restricciones impuestas por Google, las cuales llevaron a que pesar de haber lanzado de primero un smartphone con una pantalla capaz de “sentir” diferentes niveles de presión, el mismo fuera básicamente inutilizable por la falta de funcionalidades dejándole el paso abierto a Apple con su 3D Touch.
Y Xiaomi, #3 (o 4, dependiendo de cual medición se utilice) que a pesar de usar Android no usa la versión de Google sino una versión open-source y ha aceptado una alianza con Microsoft para comenzar a preinstalar las herramientas de Office en sus dispositivos, desplazando aquellos componentes de Google que vienen tradicionalmente incluidos en estos equipos.
Por último, está el empuje que Microsoft ha venido haciendo a Cyanogen para “liberar a Android de Google”, empuje que ha comenzado a dar resultados con fabricantes poco conocidos pero que son muy fuertes en el segmento de entrada en Asia e India.
Google pareciera estar preparándose para el tema y ha dado ya puntadas de que tomará más control sobre los componentes de hardware de los próximos smartphones, tanto de la marca Nexus como de nuevas líneas propias.


Tiene sentido este abandono?
Android es un sistema operativo versátil que sirve para casi cualquier dispositivo. Y no es teoría, que podemos comprobarlo: frigoríficos, relojes, espejos, coches… Si algo es susceptible de tener pantalla, botones y necesita software para controlarse, ahí que va Android. Pero claro: ¿qué ocurre cuando los fabricantes ya experimentaron de sobra con el sistema y buscan alejarse de él para crear una experiencia propia?
No es algo que vaya a ocurrir a corto plazo, pero tenemos señales que indican las intenciones. Samsung, por ejemplo, que lleva tiempo evolucionando su Tizen hasta no sólo integrarlo en relojes, también posee su propia (y corta) gama de smartphones; LG tiene ahí a WebOS, sistema operativo que ya triunfara diese un último aliento a Palm y que dedica en exclusiva a los televisores; o Huawei, que justo esta semana nos enterábamos de que mantiene planes para desarrollar su propia alternativa.

Los fabricantes y el control total
Desarrollar un smartphone es un proceso largo y complicado en el que entran multitud de factores. De diseño, de elección de materiales, ingeniería, cálculo de costes, distribución… Y el software es uno de los más importantes: no sólo los componentes deben comunicarse con el sistema, éste también debe evolucionar para exprimir a fondo el dispositivo.
Google es suficientemente laxo con los fabricantes siempre y cuando mantengan ciertos compromisos (al menos si el móvil a fabricar no se basa en la plataforma AOSP). Google Mobile Services y Google Apps, un paquete de software de obligada instalación si la marca espera que sus usuarios accedan a la Google Play Store y compañía. ¿No sería mejor para ellas ofrecer acceso a su propia tienda de apps manteniendo al cliente bajo su paraguas?
Samsung tiene su propia infraestructura ya que posee la tienda Samsung Apps y “apenas” le costaría ofrecer una solución completa bajo Tizen (ya lo hace con la línea Z). Y Huawei tampoco lo tendría complicado: como tercer fabricante mundial de móviles podría permitirse la inversión en un sistema operativo paralelo, como parece que está haciendo.


Y nosotros los consumidores?
Esto da para debate, y es justo lo que planteamos: ¿a favor o en contra de que las marcas más habituales con Android posean desarrollos paralelos? No resulta extraño que quieran mantener bajo sus dominios toda la experiencia; tampoco que busquen alternativas ante un posible colapso de Android (muchos modelos, demasiados fabricantes, fragmentación…). Pero también es lógico que, como clientes, pidamos más inversión en mejorar sus móviles con Android antes de apostar por otros desarrollos.
Abandonar Android es una hipotética vía para aquellas marcas que buscan mayor control sobre sus productos. Google les ha facilitado el trabajo, pero quizá no les permita llegar hasta donde quieren sus inversores.


Piénselo, si los primeros 3 OEMs – cuyo market share de Android es cercano al 40% – se van de Android, qué le puede esperar a la plataforma? Si ya los desarrolladores sufren para hacer algo de plata con Android qué puede pasar si se pierde el 40% de los clientes? Pues cualquier cosa puede pasar, total despues del Brexit, todo es posible.

sábado, 25 de junio de 2016

Actualidad: Después del Brexit viene la ira de la juventud Britanica

Seguro la palabra Brexit ya te esta colmando la paciencia, resulta increíble la cantidad de cosas que van saliendo después de la estocada que le ha dado Gran Bretaña a Europa y parece que tenemos del tema aun para muchos días después, incluso me atrevería a decir meses.
Pero en esta oportunidad vamos a tocar un asunto que al parecer, el la experiencia y la edad británica han dejado de lado, y es que la juventud inglesa parece que va a llevar una enorme carga por mucho tiempo.
Quizas sientan ahora la mezcla de sentimientos que la juventud alemana de los 50 al 70 llevaron en sus hombros.

Juventud Enardecida
"El futuro de este país ha sido decidido por quienes no estarán aquí para vivir con las consecuencias. Qué desastre", escribió en su cuenta de Twitter un joven que se identifica como ‏@ThomasAmor1 y quien vive en Manchester, en el norte de Inglaterra.
Estas palabras resumen el resentimiento que ha comenzado a encontrar espacio en el corazón de la juventud británica.
Algunas de las opiniones más viscerales frente al resultado del referendo, que deja al Reino Unido fuera de la Unión Europea, se produjeron en Twitter con los hashtags "Not in my name" ("No en mi nombre") y "What have we done" ("Qué hemos hecho"), que se convirtieron en tendencias en la mañana del viernes en la red social y han sido usadas más de 20.000 veces.
La mayoría de los jóvenes que sufragaron fueron los principales perdedores de la histórica jornada electoral.
En su mayoría votaron a favor de permanecer en la Unión Europea, mientras que los más viejos escogieron la salida.
Y es que de acuerdo con la encuesta oficial del gobierno, YouGov, 75% de los electores de entre 18 y 24 años votaron por "Remain", querían quedarse en el bloque europeo.
La encuesta gubernamental reveló claramente que los jóvenes eran proeuropeos.
56% de los votantes de entre 25 y 49 años también se mostró a favor del continuar en el bloque.
Entre los electores cuyas edades oscilaron entre los 50 y 64 años, sólo 44% quiso quedarse en la Unión Europea. Y entre los mayores de 65 años, apenas el 39% votó a favor de la continuidad.
En Reino Unido el límite de edad para votar son los 18 años, aunque en Escocia, por esta vez, redujeron el límite a los 16 años.


El peso del Brexit
Jóvenes de todos los partidos habían manifestado que no querían ser conocidos como “la generación del Brexit” y muchos de ellos se volcaron a Twitter para expresar su descontento.
Esa red social no refleja la visión general de la población. Su demografía es mucho más joven que la población británica en su totalidad. Sin embargo, se convirtió en un termómetro de la opinión entre los jóvenes.

Una joven que se identificó como Jess ‏(@JessVisco) escribió: “Gracias a todos. No se nos permitió votar por nuestro futuro. No podemos hacer nada #WhatHaveWeDone”.
Alex Cooper, un músico de 20 años que vive en Hampshire, en el sur de Inglaterra, publicó esta foto en su cuenta de Twitter:
“Me voy a vivir a otra parte”, dijo tras expresar su consternación por el resultado del referendo.
“Realmente no me iré pero, como guitarrista, siento que (tras la decisión de dejar la Unión Europea) se dificultarán mucho mis posibilidades de irme de gira por Europa. Eso es seguro”.
“Sueño con vivir afuera. Quizás eso será lo que haré un día, estoy pensando en Francia”.
“El futuro de nuestra generación ha sido en gran medida decidido por quienes no se verán afectados a largo plazo. Nuestro país es irreconocible #NotInMyName”, escribió otra joven usuaria de Twitter que se identifica como Katie (@Kaaaaatie_x).
Caden (@transclone) escribió: “El futuro de mi generación ha sido decidido por quienes son mayores de 65 años que no sufrirán las consecuencias, mientras que quienes tienen 16 y 17 años no tuvieron cómo expresarse #NotInMyName”.
“El destino de nuestro país ha sido decidido por personas que añoran un pasado que nunca existió y han creado un futuro que es sombrío #NotInMyName”, escribió Rebecca W (@ReallyWe).
“Soy parte de casi la mitad que no quiso esto. También soy parte de la generación que va a sufrir más #NotInMyName”, escribió Georgie Moore ‏(@georgiemxxre).
“Una generación de visiones obsoletas me ha costado mi futuro y el de cada joven, pero morirá antes de que vea las consecuencias #NotInMyName”, indicó Jake Upton (@UptonJake1).
Georgina Hayes compartió este mensaje: “Totalmente devastada. Miedo e ignorancia le han ganado a la tolerancia y a la unidad. Este resultado no habla por mí”

Primeras Consecuencias
Bélgica recibió hoy numerosas solicitudes de ciudadanos británicos para adquirir la nacionalidad belga después de que el Reino Unido se decidiera en el referéndum sobre la permanencia en la UE por el "Brexit", informaron medios locales.
Esta es tan solo una de las reacciones que ha provocado la decisión del Reino Unido, que ha impactado particularmente a los jóvenes británicos quienes reaccionaron (la mayoría) con ira en las redes sociales este viernes para expresar su rechazo al resultado de la encuesta.
"Not in my name" ("No en mi nombre") y "What have we done" ("Qué hemos hecho"), fueron las etiquetas que se convirtieron en tendencias en la mañana del viernes en la red social y han sido usadas más de 20.000 veces.
"La generación más joven ha perdido su derecho a vivir y trabajar en 27 países. Nunca sabremos la extensión verdadera de la pérdida de oportunidades, amistades, matrimonios y experiencias que se nos negarán", escribió Nicholas, un lector del diario británico Financial Times, que se volvió viral en pocas horas.
"Estoy tan enojado. Una generación a la que le dieron todo: Educación gratuita, pensiones de oro, movilidad social ha votado para despojarnos del futuro a mi generación", escribió en la red social Twitter el británico Adam Newman, de Bristol.
Muchos votantes más jóvenes están preocupados ante la posibilidad de que el referéndum tenga el mismo impacto que la última crisis. Las previsiones más pesimistas señalan que el Brexit podría costarle al país hasta 820.000 puestos de trabajo, y algunos jóvenes temen ser el grupo más afectado.
Hay una petición para convocar a un segundo referéndum que ya ha alcanzado las 100.000 firmas necesarias para que el Parlamento británico debata el tema, una iniciativa apoyada en su mayoría por los jóvenes, según informó la CNN.
Los resultados de la votación en el Reino Unido muestran las divisiones del país, en especial en Inglaterra: Londres la cosmopolita votó por quedarse en la UE; la salida fue plebiscitada en el norte industrial y en el sureste, donde el discurso antiinmigrantes tuvo éxito.
"La confianza de la gente en el sistema desapareció. La UE se volvió un producto difícil de vender en el Reino Unido o en casi toda Europa", subraya Melanie Sully, politóloga británica residente en Austria.


Los Millenials de Inglaterra llevaran un carga muy pesada, quizás hasta les toque vivir malos ratos si salen de su país, Europa aun tiene cicatrices profundas que con los últimos acontecimientos han sido tocadas y rasguñadas.
Al parecer la fractura generacional ya se ha dado, esperemos que alguien se levante y trate de reconciliar ambas generaciones.


viernes, 24 de junio de 2016

Actualidad: Gano el Brexit, comienza una nueva era para Europa

La Unión Europea ha dejado de existir, al menos como la conocíamos hasta hace unas horas, pues la sociedad británica acudió a las urnas el día de hoy a decidir su destino sobre la permanencia de su país en la Eurozona y aunque los resultados oficiales aún no se han publicado, los resultados a boca de urna dan por victoria al Brexit.
Ya veníamos publicando entradas sobre este acontecimiento y de hecho todo esta reaccionando en este momento.


Londres y Bruselas tienen mucho que hablar
El referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea se ha saldado a favor de la salida de la segunda economía del continente, un desenlace sin precedentes en el proyecto comunitario y que abre un período de incertidumbre tanto para el nuevo encaje británico en el continente, como para la sostenibilidad de un bloque que ha perdido a uno de sus más influyentes miembros.
Aunque el escrutinio no ha concluido oficialmente, el 'Brexit' ha logrado una victoria recibida por sus partidarios como el "día de la independencia británica", una euforia que contrasta con la negativa reacción de los mercados, que evidencian las serias implicaciones de una decisión contra la que habían luchado la práctica totalidad de las fuerzas políticas, económicas y sociales de Reino Unido.
Junto a los efectos sobre la volatilidad financiera, el 'statu quo' británico se enfrenta a un terremoto político con epicentro en el Número 10 de Downing Street, puesto que el primer ministro, David Cameron, había apostado por una opción, la de la permanencia, ignorada por la mayoría de los ciudadanos.
Con una participación del 71,3 por ciento, la mayor en una votación en Reino Unido desde 1992 y más de seis puntos por encima del plebiscito de 1975 que había confirmado la permanencia en la por entonces Comunidad Económica Europa, el escrutinio ha dado un vuelco sin precedentes a una noche electoral que había arrancado con las encuestas a favor de la continuidad.
Este desenlace tiene profundas connotaciones políticas e institucionales, puesto que el debate sobre la sostenibilidad de Cameron al frente del Gobierno, del que había avisado que no dimitiría en caso de Brexit, está ya planteado, incluso pese a la carta de dos tercios de los diputados conservadores que habían defendido la salida y que le han expresado su apoyo para permanecer en Downing Street por el "mandato y deber" obtenido hace tan sólo un año.

Viendo la letra pequeña
Bruselas mira de reojo la letra pequeña de un supuesto nunca explorado en la Unión Europea: la retirada de un Estado miembro. Con la esperanza de no tener que utilizarlo tras el referéndum que celebra este jueves Reino Unido, las instituciones europeas escrutan estos días los escasos seis párrafos que contiene ese artículo 50 del tratado de la UE. El texto da dos años prorrogables para pactar la separación, que no requiere unanimidad de los socios. En caso de conflicto, todo puede descarrilar.
La UE no es un proyecto irreversible; los tratados consagran, en su artículo 50, el derecho a abandonarla. Al tratarse de una potestad nunca ejercida, tanto Londres como las instituciones europeas tendrán que emplear altas dosis de creatividad para diseñar un proceso inverso al que hasta ahora ha acometido el club comunitario: la ampliación.

Cartas y no de amor
Aunque parezca una evidencia, la comunicación formal de que Reino Unido se retira constituye una de las grandes incógnitas del proceso. Los tratados establecen que Londres debe notificarlo al Consejo Europeo, el órgano que representa a los Veintiocho, y eso desencadena los trámites. Pero algunos ardientes defensores del Brexit amagan estos días con no invocar el artículo 50 inmediatamente para ir retirando y manteniendo competencias europeas a su antojo. El primer ministro británico, David Cameron, prometió al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que aplicaría la decisión inmediatamente, según explican fuentes comunitarias. Lo contrario abocaría a un escenario de caos, con un país que se va pero que no acaba de iniciar los trámites.

A Negociar
La UE deberá alcanzar un acuerdo sobre cómo se programa esa salida, “teniendo en cuenta el marco de sus relaciones futuras con la Unión”. El texto sugiere que la responsabilidad negociadora recaerá en la Comisión Europea o en la alta representante para la Política Exterior, Federica Mogherini, pero dependerá de la voluntad de las partes. Habrá dos años para negociar porque, transcurrido ese plazo, los tratados dejan de aplicarse a Reino Unido. Cabe, eso sí, la posibilidad de prorrogarlo por unanimidad (descontado Reino Unido).

Asuntos sobre la mesa y su consentimiento
Aunque en el horizonte planee esa futura relación que los Veintisiete quisieran pactar con su ex socio británico, los dos años regirían solo para concretar el divorcio, no para construir el nuevo marco de entendimiento, como pretende Londres. Una vez aquilatado el Brexit, se tendría que negociar un nuevo marco de relación con el club comunitario (con la posibilidad de que los miembros más hostiles puedan bloquear). Y también con el resto del mundo. Porque a no ser que se habilitara un mecanismo extraordinario, los más de 50 acuerdos comerciales que la UE mantiene con terceros países dejarían de aplicarse automáticamente a Reino Unido. En conjunto, los dos procesos pueden demorarse durante años.
os 27 Estados miembros restantes deberán acordar los detalles de esa desconexión de la UE sin Reino Unido, que “no participará ni en las deliberaciones ni en las decisiones”. La decisión se adoptará por mayoría cualificada, previa aprobación del Parlamento Europeo, aunque obviamente requerirá el visto bueno de Reino Unido, que tendrá que rubricarla.

Los Mercados en shock
De momento, los mercados han evidenciado las secuelas del escenario que se abre en el bloque occidental: la divisa británica ha caído a niveles inéditos desde 1985, lo que podría acarrear una intervención de contingencia del Banco de Inglaterra, que ya había avanzado que tenía previstas medidas para garantizar la estabilidad financiera.
Junto a la City y Downing Street, la atención estará en el continente, donde se espera que los demás líderes, que han mantenido en secreto su plan de acción en caso de 'Brexit', se reúnan a la máxima urgencia y exijan a Reino Unido clarificaciones sobre las áreas más delicadas, como el futuro de los casi tres millones de ciudadanos comunitarios que residen al norte del Canal de la Mancha.
En este preciso instante los mercados están siendo sacudidos de forma increíble.
Los mercados están viviendo un nuevo viernes negro en su historia y eso que el día no acaba más de empezar. El peor de los pronósticos, el menos esperado, se ha cumplido. Reino Unido dejará de formar parte de la Unión Europea después de la victoria del Brexit en el referéndum celebrado este jueves con un 52% de los votos. La reacción de los inversores no se ha hecho esperar y han encendido el modo pánico. La libra se desploma, los futuros de las bolsas se hunden, así como las principales plazas asiáticas, el yen y el oro, valores tradicionalmente considerados como refugio se disparan y el petróleo y el resto de materias primas caen a plomo.
Como no podía ser de otra manera, el punto más caliente está siendo el mercado de divisas. La noche comenzaba con buen pie y, de hecho, la aparente victoria del Bremain llevaba a la libra a dispararse por encima de los 1,50 dólares. Pero eso ha resultado un espejismo y la euforia inicial ha dado paso al miedo extremo en una noche larga y de mucha volatilidad.
Y es que primero los resultados de Newcastle caían como un jarro de agua fría. Es verdad que ganaba la permanencia, pero por un margen tan estrecho (50,7% frente al 49,3%) cuando se esperaba una amplia victoria que hacía prever lo peor. En cuestión de minutos, la libra ha reaccionado con virulencia a la baja.
Era el preámbulo de lo que estaba por venir. Las votaciones no estaban yendo por el camino que descontaban los mercados. Después ha sido Sunderland la que ha dado la puntilla. El resultado en este área a favor del 'leave' ha sido mayor de lo esperado por los analistas con un 61% de los votos. Así, poco a poco la opción de ruptura con el bloque comunitario se ha ido poniendo en cabeza a medida que avanza el recuento.


Sin Precedentes
En consecuencia, junto a la resolución de una profunda crisis política en casa, el Gobierno, independientemente de su constitución, tendrá que resolver un proceso sobre el que no hay precedentes, tan sólo la salida de Groenlandia, ni siquiera un estado, sino un territorio que formaba parte de Dinamarca, hace más de 30 años, cuando la UE no era tampoco la unión política en la que se ha convertido hoy en día.
Por si fuera poco, este nuevo capítulo tendría que acordarse con socios que difícilmente mostrarán empatía hacia quien ha decidido abandonar, a pesar de los compromisos que tanto costaron en febrero y que hubiesen garantizado para Reino Unido el ansiado estatus de verso libre de una Europa cada vez más cohesionada.

Por otra parte, a escala europea, el temor es que la partida británica genere un efecto dominó entre otros integrantes de los Veintiocho y, sobre todo, que desencadene un peligroso auge del populismo.
No sabemos cómo se vendrán dando los sucesos, lo que si sabemos es que ya nada será igual.



miércoles, 22 de junio de 2016

Actualidad: El Brexit y lo que puede venir

El Jueves 23, puede ocurrir algo histórico, casi tan equiparable con la caída del muro de Berlin en los 90. No es exagerado decir que ese dia se definirán muchas cosas cosas para el destino de Europa
No hay que ser fatalistas tampoco, pero de hecho, la Europa como la conocemos puede dejar de ser como es.
Europa puede dejar de existir tal y como la conocemos esta semana. Dos de los países más importantes que conforman su economía irán a las urnas y los resultados podrían poner a la Unión en su ruta mediata de desintegración.

Europa y el 23 de Junio
El próximo 23 de junio, 40 millones de británicos tienen una cita histórica en las urnas para decidir si permanecen en la UE o no. Ante la inminencia de una fecha tan decisiva y frente al sinfín de datos e hipótesis barajadas a lo largo de la campaña, se plantean varios interrogantes, entre ellos, cuál ha sido la trayectoria histórica de las relaciones entre Reino Unido y Europa, o cuáles son los principales argumentos alegados por los partidarios del “sí” y del “no”. Asimismo, todo parece indicar que un posible “brexit” tendría numerosas implicaciones, tanto a nivel interno, en lo que se refiere a la economía o a la soberanía y de unidad territorial, como a nivel comunitario, especialmente en lo relativo al inédito desafío que este referéndum supone para el proyecto europeo.
En cualquier caso, el ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, ha sido claro: "El mensaje que estamos intentando dar al pueblo británico es que será una decisión irreversible, si el Reino Unido decide irse no habrá una vuelta atrás, nunca podría volver a unirse a la UE en una fecha posterior excepto en términos que serían inaceptables, como miembros del euro o de (el espacio europeo sin fronteras) Schengen".

Primero Británicos, luego Europeos
La pertenencia del Reino Unido en la UE siempre ha estado condicionada por las peculiaridades de la isla, que busca proteger sus intereses en un espacio cada vez más integrado, lo que se traduce en un conjunto de salvaguardas como el “cheque” británico, el rechazo al euro, las excepciones sociales y laborales…
"Tenemos el carácter de una nación isleña: independiente, franca, apasionada en defender nuestra soberanía. Debido a esa sensibilidad, venimos a la Unión Europea con una mentalidad que es más práctica que emocional", decía el primer ministro británico, David Cameron, en enero de 2013.
Con la llegada de Londres a la Comunidad Económica Europea en 1973, cuando los cimientos del bloque eran ya sólidos y el eje franco-alemán lideraba con fuerza los ideales de integración europea, se filtró un pragmatismo ante las decisiones procedentes de Bruselas que muchos consideraron un freno al proyecto común. Los dos vetos que llegó a imponer a su adhesión el presidente francés, Charles de Gaulle, marcaban las distancias continentales ante la llegada de una economía que iba a necesitar apoyo urgente, recuerda Stephen Wall, antiguo asesor del ex primer ministro británico Tony Blair, al European Policy Center (EPC).
Al imponerse al frente del Gobierno británico la conservadora Margaret Thatcher (1979-1990) y sus reformas económicas, los ataques a los principios vitales de la CEE parecieron alcanzar un clímax en 1988. Thatcher fue firme defensora del mercado único, una de las metas por las que más ha trabajado siempre el Reino Unido, que ha tenido también un papel destacado en la política exterior y comercial comunitaria, así como al apoyar adhesiones posteriores. En paralelo, negoció el "cheque" británico, la compensación que la UE devuelve a ese país al hacer valer el argumento del escaso beneficio que para su pequeño sector agrario tiene la mastodóntica Política Agrícola Común, que aún absorbe la mayor parte del presupuesto comunitario.
El Reino Unido hizo gala también de su insularidad al mantenerse fuera del espacio sin fronteras Schengen y acogerse a cláusulas de exclusión voluntaria en cuanto a la adopción del euro como moneda común, la política comunitaria de asilo y asuntos de Justicia e Interior, apuntó a Efe el analista político Pawel Swidlicki, del centro de estudios Open Europe. Goza además de un protocolo en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE que explicita su limitación a las leyes nacionales existentes, y se mantuvo fuera del Protocolo social adjunto al Tratado de Maastricht de 1992, hasta que lo incorporó Blair.
En opinión del analista sénior del German Marshall Fund de EEUU Michael Leigh, es en cambio "engañoso" pensar que el Reino Unido es el único país que busca un "tratamiento especial": Suecia y Polonia aseguran que no piensan incorporar el euro; Bulgaria, Croacia, Chipre y Rumanía aún no participan de Schengen completamente. El Reino Unido simplemente "es más franco que otros en la defensa de sus intereses cuando se siente amenazado por iniciativas de Bruselas", zanjó Leigh.
La convocatoria del referéndum constituye una promesa que hizo el primer ministro británico, David Cameron, si ganaba las elecciones generales en 2015 para dar respuesta a las demandas del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) y de una parte de los conservadores, que alegaban que el país no se había pronunciado sobre su relación con la UE desde que se realizara un referéndum idéntico en 1975.


Inmigración y Economía, se levanta la polémica
Ante este escenario de excepcionalidad, el Reino Unido materializó esta declaración de intenciones en la convocatoria de un referéndum para decir sí o no a una Europa a la que Cameron arrancó en una cumbre en febrero las últimas concesiones a su miembro más díscolo.
La inmigración y la economía acaparan los debates de la campaña que ha cobrado tintes agresivos y alarmistas.
Las campañas oficiales están integradas por políticos de distintos partidos, ya que todos tienen libertad para decidir qué votarán en el histórico plebiscito. Los que apoyan la permanencia en la UE, encabezados por el primer ministro, David Cameron, están reunidos bajo el lema "Britain Stronger in Europe" (El Reino Unido es más fuerte en Europa), y los que respaldan el "brexit" (salida del club comunitario), como el exalcalde de Londres Boris Johnson, están en la campaña "Vote leave" (Vote por salir).
Los políticos que piden continuar en el bloque común se centran en alertar a la población del impacto económico que tendría una eventual retirada, con pérdidas de empleos, una caída de la inversión extranjera y de los precios de la vivienda, el desplome de la libra esterlina y hasta la huida de capitales. El campo del "brexit", por su parte, augura un futuro económico bueno para el Reino Unido al considerar que el país puede firmar acuerdos comerciales con otros países y utilizar la abultada aportación británica a la UE -estimada en más de 14.000 millones de euros- para financiar la sanidad pública.
Además, los detractores de la UE han empezado a hacer hincapié en la inmigración, con beneficiosos resultados en las encuestas, especialmente después de la reciente aparición en la cadena ITV de Cameron y del eurofóbo Nigel Farage, del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), quien llegó a vincular la entrada de inmigrantes con la posibilidad de ataques sexuales como los ocurridos la pasada Nochevieja en Colonia (Alemania).
"El campo del “brexit” se ha centrado en un asunto que sabe es el más fuerte: la inmigración. Y apoyado por una prensa de derechas, les ha dado mucho éxito", dijo a Efe Dan Jackson, catedrático de Política de la Universidad inglesa de Bournemouth, al referirse a periódicos como el "Daily Mail" o "The Daily Telegraph". En tanto, el experto Simon Usherwood, de la Universidad inglesa de Surrey, afirmó a Efe que los políticos habían evitado hablar demasiado, hasta hace unas semanas, sobre la inmigración para no ser calificados de "racistas y xenófobos".

El asesinato de Jo Cox
A menos de una semana para el plebiscito europeo, la inesperada muerte a tiros el pasado jueves 16 de junio en la localidad de Bristall (norte del Reino Unido) de la diputada laborista Jo Cox, ha sacudido a todos los sectores políticos del país y ha puesto en entredicho el tono crispado de los argumentos empleados en el debate sobre Europa, en particular al tratar los dos puntos más espinosos: inmigración y economía.
La parlamentaria de 41 años era una de las figuras más prometedoras y queridas del Partido Laborista y estaba muy implicada en hacer campaña en pro de la permanencia en la UE. Cox perdió la vida por los disparos de un hombre de 52 años, con supuestos vínculos con la extrema derecha y problemas mentales, que al comparecer ante un tribunal gritó la consigna: "Muerte a los traidores. Libertad para el Reino Unido". En señal de duelo, los líderes políticos decidieron suspender todos los actos de campaña durante tres días, reanudándose el domingo 19 de junio.
El asesinato de Cox  ha generado un nuevo debate sobre la manera en que se ha conducido el debate y la forma de hacer política en el país británico. En este sentido, el ex primer ministro laborista Gordon Brown pidió, en un artículo en el diario "The Guardian", una nueva "cultura del respeto" con la que "desafiar los prejuicios y la intolerancia". "Solo erradicando el prejuicio y el odio que la mató podemos hacer justicia al significado de la vida de Jo Cox", opinó.
Por su parte, el periódico "The Times" advirtió en un artículo de opinión a los partidarios de la continuidad en la UE que no caigan en la tentación de "culpar" a la campaña del "brexit" -que ha esgrimido argumentos muy duros contra la inmigración- de la muerte de Cox.


Reacciones en últimas encuestas
Luego que recientes encuestas aumentaran hasta 74% las probabilidades de que Gran Bretaña finalmente permanezca en la Unión Europea (UE), los mercados internacionales iniciaron la semana con ganancias de más de 3%, tras siete días en que el fantasma del “Brexit” suscitó aversión total al riesgo, haciendo caer la renta variable, tipo de cambio y precios de los commodities en todo el orbe.
Para los analistas, el asesinato de la parlamentaria laborista, Joe Cox, quien era partidaria de la permanencia de Reino Unido en la UE, podría influir en los indecisos y según el diario hispano Expansión, ya a las puertas del referéndum, el próximo jueves, los sondeos constatan un freno de los partidarios del Brexit.
El optimismo se dejó sentir primero en Asia, donde, en el mercado japonés, su índice Nikkei registró la mejor jornada en dos meses, al subir 2,34%. El Hang Seeng de Hong Kong, por su parte, cerró con un alza de 1,69%, ganancias que se moderaron a 0,13% en Shanghai. En Europa, la situación fue aún más favorable y el FTSE 100 de Londres se disparó 3,27%, mientras que, en Frankfurt, el Dax escaló 3,49%. De acuerdo al medio económico español, las empresas mineras y petroleras contribuyen a los avances en una jornada favorable en el mercado de commodities.

Por último, en Bruselas preocupa qué ocurrirá durante todo ese periodo con los británicos en las diferentes instituciones, por ejemplo 73 de los 751 eurodiputados del Parlamento Europeo (PE) son del Reino Unido, y con su participación en la negociación de legislaciones. El propio presidente del PE, Martin Schulz, recalcó recientemente que los británicos "tendrán derecho a votar hasta que dejen de ser miembros de pleno derecho", mientras que fuentes parlamentarias dijeron no esperar que se actúe de manera distinta en el Consejo o en la Comisión Europea.
Hay mucho en juego y mucho de que hablar después de ese dia.


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