Usas
Android? Seguro que si, quien no lo usa o al menos quien no se vio tentado a
usarlo, hasta los mas iphonelovers en algún momento de su vida vieron la remota
posibilidad de probar el sistema operativo del muñeco verde.
Sin embargo,
se escucha entre bastidores un rumor bastante siniestro para el sistema
operativo mas usado del mundo en la actualidad.
Más de 10 años de cambios
La idea de
Android se creo bajo el nombre de una compañía. Ésta se llamaba Android Inc y
sus socios eran Andy Rubin, Rich Miner, Nick Sears y Chris White. Corría el año
2003 cuando en la localidad de Palo Alto, California, los jóvenes se decidieron
a poner en marcha lo que tenían en mente desde algún tiempo. No sabían a dónde
llegarían -de hecho ninguno podría imaginar que años más tarde Google se
fijaría en ellos-, pero tenían claro que lo que querían era desarrollar un
sistema operativo abierto, basado en Linux, que fuese capaz de generar una
experiencia de usuario innovadora al tiempo que libre.
Aquí se
sentaron las base de lo que a día de hoy tenemos todos en nuestros teléfonos
móviles, aunque por aquel entonces solo tenían claro que sería un sistema
operativo libre., algo que curiosamente a día de hoy es solo a medias, ya que
parte de Android es de Google, que tiene el control sobre él. La otra, aparte,
la que se basa en licencias operativas libres, es la que es abierta. Aunque de
este tema ya te habíamos hablado antes en nuestro artículo sobre lo libre que
es Android.
Android y la amenaza .. no tan
fantasma
Como dije
anteriormente, hay rumores entre bastidores, que por cierto ya no son tanto
rumores, los fabricantes mas importantes del mundo han salido a dar declaraciones
bastante indigeribles para los androidfans.
Todo parece
indicar que estamos adportas de una desbandada (de OEMs) de proporciones
épicas, en lo que a Android se refiere.
Los
problemas que aquejan a la plataforma, entre los que destacan la inmensa
fragmentación, los continuos problemas de seguridad, el desesperante y lento proceso
de actualización de versiones, la falta de acceso por parte de los fabricantes
a funcionalidades claves del software y el hecho de que sólo 1 de los más de
1025 fabricantes haga plata con la venta de sus dispositivos Android ha llevado
a que varios de ellos hayan comenzado a trabajar en opciones diferentes a la
propuesta por Google. Opciones que los expertos esperen se materialicen a más
tardar el próximo año.
Samsung,
quien representa cerca del 30% de las ventas de dispositivos Android en el
mundo, ya mostró sus cartas al punto que
su sistema operativo Tizen ya está presente en wearables, televisores y
hasta dispositivos móviles (sabían que es el S.O. #4, por encima de
Blackberry?). Lo que viene será un mayor empuje de equipos basados en Tizen
comenzando a reemplazar a Android como su sistema operativo predilecto.
Esta semana
se ha conocido que Huawei, el OEM #2 de Android a nivel mundial (y uno de los
de mayor crecimiento), ha comenzado también a buscar opciones – por ahora como un
plan de “contingencia” – y ha comenzado a desarrollar su propio sistema
operativo desde Escandinavia por un equipo liderado por antiguos trabajadores
de Nokia. La idea es liberarse de las restricciones impuestas por Google, las
cuales llevaron a que pesar de haber lanzado de primero un smartphone con una
pantalla capaz de “sentir” diferentes niveles de presión, el mismo fuera
básicamente inutilizable por la falta de funcionalidades dejándole el paso
abierto a Apple con su 3D Touch.
Y Xiaomi, #3
(o 4, dependiendo de cual medición se utilice) que a pesar de usar Android no
usa la versión de Google sino una versión open-source y ha aceptado una alianza
con Microsoft para comenzar a preinstalar las herramientas de Office en sus
dispositivos, desplazando aquellos componentes de Google que vienen
tradicionalmente incluidos en estos equipos.
Por último,
está el empuje que Microsoft ha venido haciendo a Cyanogen para “liberar a
Android de Google”, empuje que ha comenzado a dar resultados con fabricantes
poco conocidos pero que son muy fuertes en el segmento de entrada en Asia e
India.
Google
pareciera estar preparándose para el tema y ha dado ya puntadas de que tomará
más control sobre los componentes de hardware de los próximos smartphones,
tanto de la marca Nexus como de nuevas líneas propias.
Tiene sentido este abandono?
Android es
un sistema operativo versátil que sirve para casi cualquier dispositivo. Y no
es teoría, que podemos comprobarlo: frigoríficos, relojes, espejos, coches… Si
algo es susceptible de tener pantalla, botones y necesita software para
controlarse, ahí que va Android. Pero claro: ¿qué ocurre cuando los fabricantes
ya experimentaron de sobra con el sistema y buscan alejarse de él para crear
una experiencia propia?
No es algo que
vaya a ocurrir a corto plazo, pero tenemos señales que indican las intenciones.
Samsung, por ejemplo, que lleva tiempo evolucionando su Tizen hasta no sólo
integrarlo en relojes, también posee su propia (y corta) gama de smartphones;
LG tiene ahí a WebOS, sistema operativo que ya triunfara diese un último
aliento a Palm y que dedica en exclusiva a los televisores; o Huawei, que justo
esta semana nos enterábamos de que mantiene planes para desarrollar su propia
alternativa.
Los fabricantes y el control
total
Desarrollar
un smartphone es un proceso largo y complicado en el que entran multitud de
factores. De diseño, de elección de materiales, ingeniería, cálculo de costes,
distribución… Y el software es uno de los más importantes: no sólo los
componentes deben comunicarse con el sistema, éste también debe evolucionar
para exprimir a fondo el dispositivo.
Google es
suficientemente laxo con los fabricantes siempre y cuando mantengan ciertos
compromisos (al menos si el móvil a fabricar no se basa en la plataforma AOSP).
Google Mobile Services y Google Apps, un paquete de software de obligada
instalación si la marca espera que sus usuarios accedan a la Google Play Store
y compañía. ¿No sería mejor para ellas ofrecer acceso a su propia tienda de
apps manteniendo al cliente bajo su paraguas?
Samsung tiene
su propia infraestructura ya que posee la tienda Samsung Apps y “apenas” le
costaría ofrecer una solución completa bajo Tizen (ya lo hace con la línea Z).
Y Huawei tampoco lo tendría complicado: como tercer fabricante mundial de
móviles podría permitirse la inversión en un sistema operativo paralelo, como
parece que está haciendo.
Y nosotros los consumidores?
Esto da para
debate, y es justo lo que planteamos: ¿a favor o en contra de que las marcas
más habituales con Android posean desarrollos paralelos? No resulta extraño que
quieran mantener bajo sus dominios toda la experiencia; tampoco que busquen
alternativas ante un posible colapso de Android (muchos modelos, demasiados
fabricantes, fragmentación…). Pero también es lógico que, como clientes,
pidamos más inversión en mejorar sus móviles con Android antes de apostar por
otros desarrollos.
Abandonar
Android es una hipotética vía para aquellas marcas que buscan mayor control
sobre sus productos. Google les ha facilitado el trabajo, pero quizá no les
permita llegar hasta donde quieren sus inversores.
Piénselo, si
los primeros 3 OEMs – cuyo market share de Android es cercano al 40% – se van
de Android, qué le puede esperar a la plataforma? Si ya los desarrolladores
sufren para hacer algo de plata con Android qué puede pasar si se pierde el 40%
de los clientes? Pues cualquier cosa puede pasar, total despues del Brexit, todo es posible.
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