Podemos decir que somos
una generación afortunada, hemos visto la tecnología formar parte intrínseca de
nuestra vida, adoptamos un Smartphone como parte integral de nuestro día a día.
Pero también podemos
decir que hemos sido testigos de la aparición de empresas con envergadura y
talla mundial, Apple, Google, etc.
Estos 2 últimos han sido
los que mas han beneficiado al mercado y al consumidor final.
La guerra entre la poderosa
Apple y la increíble Google ha sido quizás el mayor ejemplo de lo que decimos.
Y tal parece que Google
tiene un as bajo la manga, algo que muchos de los Androidlovers sueña y
respiran.
Hablamos del Smartphone fabricado
por Google mismo.
La iniciativa
Google se ha convertido
en una empresa que domina la práctica totalidad del sector de la nuevas
tecnologías, la empresa propietaria del buscador más usado en Internet también
domina el sector de la telefonía móvil, en el aspecto de los sistemas operativos
usados por los smartphones, ya que su sistema Android está presente en tres de
cada cuatro terminales móviles inteligentes. Sin embargo existe cierta
fragmentación en el segmento que domina Google a través de Android, ya que
algunos fabricantes ejecutan el software con variaciones para adaptarlo a las
características de sus teléfonos inteligentes, y este factor afecta a la
coherencia del sistema operativo, que tiene que actualizarse específicamente
para las versiones modificadas.
Otra circunstancia que
ha pesado en la decisión de Google es la posibilidad de poder competir
abiertamente con Apple por el mercado de smartphones de alta gama, segmento que
si domina con claridad hasta ahora el producto estrella de Apple, el IPhone, al
que no han logrado hacerle sombra hasta ahora terminales diseñados para ello y
que usan el sistema Android, la empresa creada por el recordado Steve Jobs es
poseedora de una imagen de marca que atrae a un público de gran poder
adquisitivo y que busca un teléfono inteligente con unas prestaciones y
personalidad propias que lo diferencien del resto.
La decisión de traer de
vuelta a Rick Osterloh tiene mucho sentido para Google si la compañía quiere
lanzarse a crear sus propios teléfonos y, de paso, puede servir para manejar
adecuadamente el Proyecto Ara de móviles modulares. No en vano, este proyecto
se gestó en Motorola y Rick Osterloh ha dirigido además el desarrollo de los
nuevos Moto Z de Lenovo y sus módulos MotoMods.
Además, el propio CEO de
Google, Sundar Pichai, ha admitido que la compañía está invirtiendo mayores
esfuerzos en sus smartphones, y aunque no ha dicho si eso significa crear sus
propios terminales, se ha sido entendido que el programa Nexus se le ha quedado
corto. Sin embargo, no se entiende muy bien que Google necesite crear su propio
hardware para dar una idea de la innovación que puede crear cuando los Nexus ya
cumplen esa función. De hecho, se ha visto recientemente cómo Google puede
apoyarse en cualquier fabricante para lanzar novedades atrevidas como los
móviles Tango con su especial doble cámara 3D que acaban de ser anunciados por
Lenovo.
Experiencia, poca pero suficiente
Hace años que Google
tiene su programa Nexus de smartphones y tabletas, que no fabrica ella misma,
pero cuyo diseño y prestaciones sí están definidos en buena medida por la compañía.
Además, los Nexus llevan el sistema más puro de Google sin modificaciones del
fabricante o las operadoras y sirven de plataforma para los desarrolladores, ya
que son los primeros en ser compatibles con las versiones previas del sistema o
de tecnologías que Google está desarrollando. Pues bien, parece que a Google no
le basta con el programa Nexus y quiere ir más allá, y a finales de año o
primeros de 2017 veremos los primeros smartphones totalmente de Google. Para
esta tarea es para la que ha sido contratado Rick Osterloh, ex CEO de Motorola,
que dirige la unidad de negocio de hardware (en sustitución de Tony Fadell, ex
ejecutivo de Apple que no ha tenido mucho éxito en Google) y que se cree será
el encargado de dar vida a estos nuevos smartphones “made in Google” (aunque se
entiende evidentemente que la fabricación se hará en China).
La gama de dispositivos
Nexus ha demostrado tener una legión de seguidores detrás que se han visto
sometidos a los vaivenes de las decisiones de diseño de Google en los últimos
años. No hay una línea definida en formato ni en prestaciones, con tamaños y
especificaciones que han ido variando sin una línea clara de dónde quería
llegar Google con estos terminales.
Aquí la dependencia de
sus partners en el diseño y fabricación de los terminales ha sido evidente.
Empresas como LG, Motorola o Huawei han propuesto diversas alternativas para
las distintas generaciones de los Nexus, pero lo han hecho siempre desde su
perspectiva y no necesariamente desde la de Google, que parecía exigir
únicamente una cosa: que su Android puro fuese lo más fluido posible.
Eso ha impedido que
Google pudiese mostrar de forma adecuada las capacidades que podía plantear
Android de cara al futuro, y esa dependencia de los fabricantes probablemente
ha frenado su capacidad de innovación. Las cosas podrían cambiar pronto, porque
en The Information hemos visto cómo aparecían dos filtraciones muy relevantes
sobre el futuro del hardware en Google.
Puede que la empresa
plantee esa posibilidad como una novedad en su estrategia, pero hace tiempo que
Google es un fabricante de hardware. Lo lleva demostrando desde hace años por
ejemplo con dispositivos tan llamativos y peculiares como los Chromebook Pixel
que lanzó en febrero de 2013 y marzo de 2015.
A fabricar su propio Smartphone
Es lo que al menos
afirmaba Walt Mossberg en una reciente columna en The Verge en la que explicaba
las razones por las que según él Google debería comenzar a fabricar sus propios
terminales.
Eso le permitiría entre
otras cosas dejar de depender de pactos y colaboraciones con sus tradicionales
socios en el terreno de la movilidad y seguir su propio camino en muchos
apartados. Los argumentos eran cinco:
Software y hardware de
la mano: controlar ambos apartados permite acelerar la innovación y aprovechar
todos los recursos al máximo. Es el camino que Apple tomó desde el principio, y
el que Microsoft ha comenzado a aprovechar también en sus últimos Lumia con
Windows 10.
Fusión de Chrome OS y
Android: esa fusión haría que la fabricación de sus dispositivos tuviese aún
más sentido ya que podría aprovechar esa nueva plataforma hardware tanto en
esos hipotéticos smartphones "convergentes" como en equipos
portátiles -lo comentábamos con el Pixel C- e incluso equipos de sobremesa.
Asegurar el futuro de la
plataforma: Mossberg hablaba de cómo Samsung es la única que tenía una cuota de
mercado significativa para enfrentarse a Apple, pero que aun así sus últimos
resultados son algo preocupantes. Google podría garantizar el futuro de estos
terminales con una estrategia como esta gracias a sus enormes recursos tanto en
capital humano como económico.
Los forks de Android
como amenaza: la concepción de Android ha hecho que diversos fabricantes
planteen forks que amenazan la propuesta de Google y el uso de sus servicios.
Google podría competir con esas propuestas sobre todo en mercados emergentes
con terminales de bajo coste fabricados de forma masiva y que ofrecieran unas
prestaciones teóricamente difíciles de igualar por esa simbiosis del hardware y
el software.
Investigaciones en la
UE: según este último argumento las demandas por la inclusión de sus propias
aplicaciones y servicios -que podrían ser declaradas como práctica
monopolística en la Unión Europea- podrían causar un desastre para Google, que
fabricando su propio hardware evitaría este tipo de problemas.
Un problema
El principal
inconveniente de esta estrategia es el hecho de que esos terminales fabricados
por Google probablemente serían vistos como una declaración de guerra por parte
de los fabricantes que ahora apoyan a Google y que utilizan Android como
plataforma móvil para sus smartphones.
Las suspicacias ya
aparecieron cuando Google compró Motorola -aunque la relación entre ambas
empresas fue curiosamente más tensa que otra cosa en esa época- y se
recrudecerían de forma notable de seguir Google esos pasos.
De hecho eso podría
hacer que precisamente los fabricantes comenzaran a apostar por otras
alternativas que podrían dañar la cuenta de resultados de Google. Samsung
podría apostar por Tizen de forma más clara, otros podrían hacerlo por
Cyanogen, e incluso puede que algunos fabricantes acabaran dándole una
oportunidad a Microsoft y a Windows 10 a pesar de que esta empresa también
fabrica sus propios terminales y por tanto es teóricamente competidora de otros
dispositivos con esa plataforma.
Esa decisión también influiría
en el software y en el apoyo que los desarrolladores han ofrecido hasta ahora a
la plataforma Android: puede que esos dispositivos hicieran que los
desarrolladores también abandonaran una plataforma demasiado controlada por
Google. Pero claro, quizás también podría ocurrir lo contrario: que ese control
hiciera que como ocurre en Apple hubiera ventajas claras para desarrolladores a
la hora de sacar aún más partido de esos terminales. No es probable que otras
empresas -Samsung, Cyanogen- pudieran ofrecer ese grado de soporte y apoyo a
los desarrolladores.
Aun hay mucho pan para
rebanar, pero todo parece indicar que el beneficiado seriamos nosotros los
usuarios finale.
Veremos que nos depara
el futuro.
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