Mama… Voy a
morir, es
triste empezar esto con estas palabras que un joven le dijo a su mama segundos
antes de perder la vida.
Este
último fin de semana, se ha vuelto a desentrañar los horrores de una de las
fechas más tristes de los últimos tiempos, parece que el 11-S no quiere salir
de la mente de la sociedad estadounidense, aunque no se vivió un atentado de
proporciones nacionales, el horror de pérdidas humanas de un modo trágico y
totalmente fuera de todo sentido se apodero de toda una nación nuevamente.
Sin
embargo esta vez, los hechos tienen un matiz que ha descarnado una parte de la
sociedad mundial provocando una ola de ira contra todo aquello que roce con
asuntos de la religión.
Esta
vez, la víctima, fue la comunidad gay.
Terrorismo en
Orlando
El
tiroteo en Orlando, el más sangriento en la historia de Estados Unidos y el
peor ataque a la comunidad gay en el país, generó distintas reflexiones. El
presidente Barack Obama pidió acciones concretas para limitar el acceso a las
armas y mandó un mensaje alentador: “Ante el odio y la violencia, amémonos los
unos a los otros”, dijo.
Donald
Trump, por otro lado, abogó por cerrar las puertas de Estados Unidos a los
migrantes musulmanes; Hillary Clinton propuso un frente unido para combatir las
amenazas externas.
Docenas
de cuerpos fueron retirados de una discoteca gay la madrugada del lunes
mientras los investigadores trataban de reconstruir los motivos del tiroteo que
dejó 50 muertos, incluido el asesino, y 53 heridos.
En
los hospitales y los puntos de encuentro cercanos, familiares y amigos de
algunas personas que se encontraban en la discoteca, y de las cuales aún no se
tiene información, comenzaban a perder la esperanza de que sus seres queridos
hubieran sobrevivido al ataque de Omar Mateen, abatido por la policía la misma
noche del tiroteo. Los que ya habían recibido la noticia de que alguien cercano
había fallecido, organizaban funerales.
“No
sabemos a ciencia cierta”, dijo JP Cortes, amigo de Christopher Leinonen,
conocido como Drew, que aún no estaba en la lista oficial de fallecidos. Pero
añadió que esperaban lo peor. El novio de Leinonen, Juan Ramon Guerrero, murió
en la discoteca y su nombre fue uno de los primeros en hacerse público.
A
primera hora del lunes, 48 de las 49 víctimas habían sido identificadas, según
explicó el alcalde de Orlando, Buddy Dyer, en una rueda de prensa, y ya se ha
notificado a las familias de 26 víctimas.
“No
puedo imaginarme ser uno de los padres o saber que la persona a la que amas
puede estar entre los muertos y tener que esperar para saberlo”, dijo Dyer.
Las
autoridades dijeron que Mateen entró al club con un rifle de asalto y una
pistola, y desde allí llamó al 911 para declarar que estaba actuando en nombre
del Estado Islámico, el grupo que controla partes de Irak, Siria y Libia.
Mateen ya había sido investigado en el pasado debido a sus posibles vínculos
con la organización terrorista, pero las autoridades no encontraron pruebas. Se
cree que estaba en una lista de personas que debían estar bajo vigilancia.
El Estado Islámico
aparece en escena
a
revelación de que el hombre de 29 años que abrió fuego el domingo en una
discoteca gay de Orlando le había dedicado la matanza al Estado Islámico (EI)
hace que muchos se pregunten si el asesino realmente actuó por órdenes del
grupo, o solo buscaba publicidad para justificar un acto de odio.
Para
quienes planifican las acciones terroristas del Estado Islámico, la diferencia
es irrelevante. Influir en atacantes lejanos que les juran lealtad y luego
ejecutan asesinatos en masa se ha convertido en una parte fundamental de la
propaganda del grupo en los últimos dos años.
Ellos
difuminan deliberadamente la línea entre las operaciones que planean y ejecutan
los combatientes de sus células y las que realizan sus simpatizantes.
El
atacante, Omar Mateen, le dijo a un operador del 911 que le había jurado
lealtad al Estado Islámico. En la nomenclatura del grupo esa promesa se llama
bay’ah, y es parte central del protocolo del EI. La matanza de Orlando es la
tercera vez en que una promesa de lealtad es invocada en Estados Unidos.
En
diciembre, cuando una pareja de San Bernardino, California, salió de su casa
con rifles de asalto, se aseguraron de publicar su juramento de lealtad en
Facebook, donde los oficiales de policía lo encontraron después de los hechos.
Unos
minutos antes de disparar en una exposición de dibujos animados con imágenes
del profeta Mahoma en Texas, en mayo de 2015, Elton Simpson envió una serie de
mensajes en Twitter en los que expresaba su lealtad.
Ya
en septiembre de 2014, Adnani aclaró que todos y cada uno de sus seguidores
podían, y debían, realizar ataques terroristas en nombre del grupo. “No le
pidan permiso a nadie”, dijo, y sugirió que los simpatizantes que no pueden
comprar armas deben utilizar piedras, cuchillos o incluso autos para matar
infieles.
Este
juramento público es el único requisito que el Estado Islámico le impone a sus
seguidores que desean realizar actos terroristas en nombre de la agrupación. El
mes pasado el portavoz Abu Muhammad Al Adnani pronunció su discurso anual antes
del Ramadán, en el cual incitó a los seguidores del grupo a ejecutar asesinatos
en el extranjero durante el mes sagrado.
Ningún
ataque es demasiado pequeño, aconsejó, y nombró específicamente a Estados
Unidos como un objetivo. “La acción más pequeña que haces en el corazón de su
tierra es la acción más grande que puedes hacer por nosotros”, dijo, “y más
eficaz y perjudicial para ellos”.
En
el caso de Orlando hubo una fuerte resonancia entre su propaganda y la elección
del asesino. El grupo yihadista ha declarado públicamente su odio a los
homosexuales, incluyendo la divulgación de imágenes de combatientes que
asesinan personas sospechosas de ser homosexuales lanzándolos desde edificios.
Omar Mateen
Nacido
hace 29 años en Nueva York de inmigrantes de Afganistán, Mateen, que profesaba
la fe musulmana, se instaló en Port Saint Lucie cuando la familia se mudó a esa
localidad de Florida situada a 200 kilómetros al sur de Orlando. Cursó estudios
superiores de ciencia en Indian River State College, en Fort Pierce, y en 2007
empezó a trabajar en G4S Secure Solutions, una empresa de seguridad privada que
cuenta entre sus clientes con el Gobierno de EEUU.
Dos
años después conoció en internet a una mujer que se convertiría en su esposa. Y
aunque en declaraciones a 'The Washington Post' ella ha contado que en los
primeros meses de matrimonio "él parecía una persona normal", que no
se mostraba especialmente religioso y acudía con frecuencia al gimnasio, luego
llegaron los abusos.
"No
era una persona estable, me pegaba. Llegaba a casa y empezaba a golpearme
porque la colada no estaba hecha o por cosas parecidas", ha explicado
desde el anonimato la mujer, que escapó ayudada por sus padres y nunca más
estuvo en contacto con Mateen pese a los intentos de este. El divorcio llegó en
2011.
Barack
Obama ha definido a Omar Mateen como "un hombre lleno de odio" y el
retrato que empieza a trazarse del autor de la matanza en el club Pulse de
Orlando, aunque aUn plagado de muchos interrogantes, responde a esa
descripción. Un maltratador. Un extremista homófobo. Y, desde el domingo, el
autor del más letal tiroteo en EEUU y el peor atentado desde el 11-S.
Una
fuente citada por CNN señaló que el atacante estaba "entrenado en el uso
de armas". Además, de acuerdo a los registros de Florida, tenía licencia
para usarlas. El jefe de la policía, John Mina, detalló que el autor llevaba un
rifle Ar-15, una pistola en la mano y "un número desconocido de
cargas".
El
FBI considera que Mateen podría tener una "inclinación" por el
terrorismo islámico, por lo que investiga el caso como un "acto terrorista".
El
padre de Mateen, en diálogo con NCB News, sostuvo: "Esto no tuvo nada que
ver con la religión". El hombre contó que su hijo se había enojado al ver
dos hombres besándose en Miami algunos meses atrás y que cree que ese episodio
podría estar vinculado con el tiroteo.
"Estamos
en shock como todo el país. Pedimos perdón por todo. No estábamos al tanto de
ninguna de las cosas que estaba haciendo", dijo el padre del asesino.
Se
hablara de esto por mucho tiempo, lo cierto es que si las motivaciones del
asesino radican en convicciones religiosas, le ha dado al mundo excelentes
motivos para culpar a la fe del resto del mundo.
Hay quienes dicen de que se trata de otro hecho orquestado por el gobierno, y es que eventos como estos son caldo de cultivo para los delirios e historias que a cualquiera se le pueda ocurrir.
Lo cierto es que mas de 50 familias hoy lloran sin consuelo alguno, creo que por el momento es acompañarlos en su dolor y dejar para despues cualquier cosa que se le ocurra al ser humano.
Les dejo una reflexion de un programa mexicano.
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