En
la entrada anterior expusimos la actualidad francesa, que vale decir, no la está pasando nada bien.
Sin
embargo ahora la crisis francesa parece ser solo un fastidio para problemas más
grandes dentro de la Eurozona.
La
economía y la crisis migratoria han vuelto a ocupar la actualidad esta semana
en la Zona Euro y al parecer se están agudizando en puntos flojos. Los flujos
migratorios de Turquía a Grecia han disminuido desde que se puso en marcha, en
marzo, el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía. La Comisión Europea está
dispuesta a dar a Turquía lo que quiere pero todavía tiene que cumplir con una
serie de criterios
Acuerdos sin
Fin
A
pesar de que el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía tiene la firma de
Davutoglu, el primer ministro turco dejará el cargo el próximo 22 de mayo tras
los desacuerdos con el presidente Erdogan. Para muchos eso significa más poder
para el presidente. Y coincide con un momento en el que Europa ha convertido a
Turquía en su aliado estratégico. Lo explica Marc Pierini, de centro de
estudios Carnegie Europe.
Las
imágenes conmueven por la avalancha de la multitud: miles de personas que se
aglutinan en caravanas humanas para intentar llegar a los países de la Unión
Europea huyendo del horror de la guerra civil en Siria que se inició en 2011.
Los
detalles del acuerdo muestran, no obstante, que las expulsiones apenas suponen
una amenaza para lograr el objetivo que buscaba la UE: sellar la ruta del mar
Egeo, por la que el año pasado llegaron a territorio europeo casi 900.000
refugiados (Frontex, la agencia europea de fronteras, detectó 1,8 millones de
entradas irregulares en toda la UE, pero admite que buena parte de los
registros están duplicados). Con la advertencia de que se expulsará a todo el
que llegue a partir del domingo 20, Bruselas confía en romper el modelo de
negocio de las mafias y, sobre todo, en que Turquía frene las salidas desde su
territorio, algo que hasta ahora no ha garantizado.
En que
consiste el Acuerdo?
Estos
son los principales elementos del pacto, que ha sido recibido por los líderes
con un aplauso:
Expulsiones. Todos los "migrantes
irregulares" -denominación que ahora también incluye a los refugiados que
huyen de guerras o persecución- llegados a las islas griegas desde el próximo
domingo serán devueltos a Turquía. El texto final refuerza las garantías
legales al explicitar que no habrá "expulsiones colectivas" y que
todo el proceso se hará con la colaboración de ACNUR.
Uno por uno. A cambio, por cada sirio
retornado a Turquía otro será reasentado legalmente en la UE. Para elegirlos,
se tendrán en cuenta criterios de vulnerabilidad (por ejemplo, primando a
mujeres y niños). Y para evitar que los refugiados se embarquen en la peligrosa
ruta hacia Europa, se dará prioridad de acogida a los que no hayan llegado
antes a la UE por medios irregulares. Este esquema, no obstante, esconde una
trampa fundamental que demuestra que solo pretende mandar una señal disuasoria
y no hacer devoluciones (ni reasentamientos) ilimitados. Europa solo se
compromete a dar cobijo a 72.000 personas por este mecanismo, lo que impide que
pueda haber más de 72.000 retornos. Si se superan esos números, el sistema
decae, aclara el texto. La canciller alemana, Angela Merkel, admite el matiz,
pero confía en que no se llegue a esas cifras porque los migrantes dejarán de
llegar cuando sepan que serán retornados. La cifra de 72.000 que supone algo
menos de la mitad de los arribados en lo que va de año.
Nuevas rutas. Conscientes del riesgo de que
las mafias abran otras rutas ante la clausura del Egeo, Turquía se compromete a
adoptar "todas las medidas necesarias" para evitarlo.
Más acogidas. El gran incentivo para que
Ankara acepte frenar las salidas es que Europa se compromete a acoger,
legalmente, a un número indeterminado de refugiados. Pero este esquema solo
entrará en vigor "una vez se cierren o al menos se hayan reducido sustancialmente
las entradas irregulares". Es decir: Turquía se verá aliviada de una parte
de sus refugiados (alberga más de dos millones de sirios en su territorio) si
coopera para que no crucen irregularmente hacia Europa.
Visados. Se acelera la promesa europea
de librar de visados a los turcos (suman unos 75 millones) que quieran viajar a
la UE. El objetivo se alcanzará "como muy tarde a finales de junio",
aunque se añade la cautela de que solo ocurrirá "si se cumplen todos los
requisitos" exigidos, todo un reto cuando, de las 72 condiciones
requeridas, falta por cumplir 50 o 60, según Alemania.
Más dinero. Bruselas se compromete a
desembolsar más rápido los 3.000 millones que ya ha empezado a abonar a Turquía
por proyectos concretos de atención a refugiados (habrá nuevas partidas este
mismo mes). Cuando esté prácticamente agotada esa remesa, se movilizarán otros
3.000 millones para fines similares antes de finales de 2018.
Adhesión al club
comunitario.
Turquía ha logrado que el texto común incluya un compromiso concreto de
apertura de un nuevo capítulo del proceso de adhesión a la UE antes de 1 de
julio. Chipre, muy contraria a estrechar lazos con Ankara, lo ha aceptado
porque se trata de un capítulo poco conflictivo (relativo al presupuesto).
Economía
Afectada
Si
bien abundan las advertencias, la mayoría de los expertos destaca rápidamente
el impacto positivo que puede tener la oleada migratoria que llega al viejo
continente.
Las
estimaciones de potencial crecimiento europeo cayeron de forma alarmante por
debajo del 1% desde la crisis financiera de hace siete años, con un legado de
deuda y baja demografía que hizo que pocos vieran posibilidad de mejora sin un
aumento de la inmigración o de la edad de jubilación.
El
dilema es saber quién salva a quién en esta crisis.
El
banco suizo Credit Suisse se refirió a estimaciones que indican que en el
próximo lustro, la inmigración neta elevará la población de la zona euro en 5
millones de personas, equivalente a 1,5% de los 340 millones actuales. Y,
asumiendo que el gasto público para los que consiguen asilo tenga un
"multiplicador" de uno a uno en el Producto Interno Bruto (PIB),
calculó que agregará entre 0,2 y 0,3 puntos porcentuales al crecimiento el
próximo año.
A
más largo plazo, la "producción potencial" de la zona euro avanzará
0,2 puntos por encima de las previsiones oficiales, hasta el 1,3% en promedio,
durante los ocho años hasta 2023, agregó el reporte de Credit Suisse.
Economistas
del HSBC llegaron a la misma conclusión de un impulso del 0,2% al crecimiento
potencial. "El PIB potencial para 2025 podría ser de € 300 mil millones
más de lo que sería de otra forma", indicaron.
Deutsche
Bank incrementó su previsión de crecimiento para Alemania en 2016 del 1,7 al
1,9%, haciendo referencia al alza de la inmigración, que podría añadir cerca de
medio punto porcentual al crecimiento total del consumo.
Alemania
necesita una inmigración neta de 700 mil personas durante los 10 próximos años
para mantener su población estable, indicó el HSBC citando datos de Naciones
Unidas.
Todas
estas cifras se basan en la inmigración hasta la fecha, pero los números
futuros podrían ser masivos.
Europa
dice adiós paulatinamente a los billetes de 500 euros. Su desaparición no
debería cambiar demasiado la vida de los ciudadanos. Sin embargo, los ministros
de Finanzas de la Unión Europea creen que esta decisión es importante para
luchar contra el terrorismo.
Mas información AQUI
Este asunto aun tiene para mucha discusión, mientras tanto, mientras lees este post, miles de refugiados siguen llegando a las costas de Europa en busca de algo mejor.
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